Los concursos de belleza han estado siempre rodeados de
polémica. Así lo denunció, entre otras, la malograda Amparo Muñoz, Miss España
en 1973 y Miss Universo en 1974, reconocimiento que precisamente rechazó. La
corrupción de estos certámenes, concretamente el de la Baja California, no es
el tema central de
Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011), aunque quede de
manifiesto la influencia que ejerce en él el crimen organizado, la mafia del
narcotráfico que forma parte importante de la jerarquía del poder en México. La
película de Gerardo Naranjo se sirve del concurso de Miss Baja California como
pretexto para articular una historia sobre la fragilidad del ciudadano de a pie
en un sistema podrido que domina a la sociedad con dinero y miedo. Por
desgracia, México es un país sin ley o, mejor dicho, con la ley de los cárteles
de la droga. Solo en Ciudad Juárez se cometieron 3111 asesinatos en el año 2010
y un año después se la situaba en el tercer puesto del ranking de las ciudades
más peligrosas (Mogadiscio y Bagdad estaban por delante)*. Los narcotraficantes
se han hecho con el poder en numerosos sitios, aprovechándose de la debilidad
de la gente (de la pobreza, de la incultura...) para convertirla en una pieza
más de su engranaje.
La protagonista de
Miss Bala, Laura, ansía
convertirse en reina de la belleza para poder sacar adelante a su exigua
familia, compuesta por su padre y su hermano pequeño. Por desgracia, Laura se
encuentra una noche en el lugar equivocado y, a partir de ese momento, su vida
cambia radicalmente (para mal).
Miss
Bala muestra, más que denuncia, una situación concreta que, sin embargo,
funciona como paradigma de un país en el que la violencia se ha convertido en
“leitmotiv”. En un intento de que el
espectador saque sus propias conclusiones, Naranjo filma sin posicionarse,
aunque no resulta difícil estar junto a una Laura (extraordinaria Stephanie
Sigman) a la que humillan, vapulean y arrebatan el futuro sin escrúpulos. Un
drama humano (y social y político) narrado en clave de acción que despide al
espectador con cierto desconsuelo. Poca esperanza parece ver Naranjo en su país.
© José
Manuel Serrano Cueto.
* Fuente: Reportaje "En el objetivo de los cárteles", publicado en la revista GEO de junio de 2012.
0 comentarios:
Publicar un comentario